Suceso en el río Urederra. Un niño de tres años, Martín de Lizarraga, natural y vecino de Artaza, cayó al río cerca de las acequias que conducían el agua a las aceñas del molino de abajo, también llamado el Molino del Rey y estando este moliendo. El niño pasó por entre las palas de la rueda vertical y fue devuelto al río. Allí fue visto por unas mujeres a “cuyos clamores acudió Martín de Ecala, hijo del molinero, que se metió en el agua y sacó al niño sin daño ninguno, ni golpe, ni herida”. “Dice el dicho Martín de Ecala, María Mortal y Ana López (que estaban presentes) que iba como sentado en el agua o encima de ella. Por ser fededignos los sobredichos del caso tan milagroso y raro, que aun una cosa de dos dedos no puede pasar por la dicha aceña sin hacerse mil pedazos, como se ha visto muchas veces en gallinas, lechones, pollos y otras cosas, asenté aquí el sobredicho caso …”