Carlos III ordena el pago, a cargo de la hacienda real, a Diago de Baquedano, Ujier de Armas, de 20 Florines. Por haber permanecido junto al Rey durante todo el mes de mayo, con motivo de la llegada del patriarca de Alejandría y porque el Rey tenía previsto enviarle al reino de Aragón, aunque luego no se realizó ese viaje.